viernes, 8 de julio de 2011

Dialogo imposile entre durito y el diablo

(Sobre la Justicia)
Don Durito de La Lacandona, escarabajo por accidente genético y andante caballero por vocación, vencido ha a quien, con ropa de juez rico, ha desafiado la razon condenando al inocente y absolviendo al culpable. Es el diablo en persona quien presente se hace para reclamar el alma del perverso pervertidor. Durito no lo detiende, cada quien su trabajo y su modo, pero ganas tiene de tabaco y plática. Saca y enciende la pipa. El aromático humo invita a la charla y el sosiego. El Diablo a saber qué fuma, pero une su humo al del bizarro caballero.

Durito: -Mucho trabajo.
El Diablo: -Mucho, mucho.
Durito: -¿Y la paga?
El Diablo: -Ahí la lleva uno, para nada alcanza.
Durito: -¿Caro el infierno?
El Diablo: -Como debe ser, grandes inversiones, calefacción digital, dispositivos anticontaminantes, hornos de microondas, la renta, los impuestos.
Durito: -Entonces los ricos, ¿pagan para llegar y estar?
El Diablo: -No, pagan para no llegar y no estar.
Durito: -En el ifierno, entonces, ¿no llegan los que deben llegar y no están los que deben estar?
El Diablo: -No, qué va. Están los que no tienen la paga para no llegar y no estar.
Durito: -Como la justicia acá.
El Diablo: -Eso, como la justicia acá.
Durito: -Mal y malo entonces.
El Diablo: -A eso me dedico,a buscarlos arriba, a encontrarlos arriba, a cobrarles.
Durito: -¿Mucho trabajo?
El Diablo: -Mucho, mucho.

Da fe de este dialogo imposible: Subcomandante Insurgente Marcos. México, Junio del 2006. 
Publicado en Rebeldía n° 44 - Julio 2006.

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